DIA 35

Día 35:

ARREPENTIMIENTO

 

Cita para memorizar: 2 Corintios 7:10

"Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte."

Cuando cometes un acto o pensamiento malo, el Espíritu Santo producirá en ti tristeza, aflicción, incomodidad que produce arrepentimiento. Este arrepentimiento trae en ti el deseo de alejarte del mal y correr a Dios donde encontrarás salvación. De lo contrario, si no te arrepientes esa tristeza se acumula en tu vida produciendo amargura, odio, culpabilidad, ansiedad, desesperación, insatisfacción y hasta enfermedad. El rostro de muchos refleja ésta tristeza al ausentarse la sonrisa en su vida. “El arrepentimiento incluye tristeza por el pecado y abandono del mismo. No renunciaremos al pecado a menos que veamos su pecaminosidad; mientras no lo repudiemos de corazón, no habrá cambio real en la vida. CC 21.2

Hay muchos que no entienden la verdadera naturaleza del arrepentimiento. Gran número de personas se entristecen por haber pecado e incluso se reforman exteriormente porque temen que su mala vida les acarree sufrimientos. Pero esto no es arrepentimiento en el sentido bíblico. Lamentan el sufrimiento antes que el pecado. Tal fue el dolor de Esaú cuando vio que había perdido su primogenitura para siempre. Balaam, aterrorizado por el ángel que estaba en su camino con la espada desnuda, reconoció su culpa por temor a perder la vida; pero no experimentó un arrepentimiento genuino por el pecado, ni cambio de propósito, ni aborrecimiento del mal. Judas Iscariote, después de traicionar a su Señor, exclamó: “He pecado entregando sangre inocente”. 2CC 21.3

Esta confesión fue arrancada a la fuerza de su alma culpable por un tremendo sentido de condenación y una pavorosa expectación de juicio. Las consecuencias que le sobrevendrían lo llenaban de terror, pero no experimentó profundo quebrantamiento de corazón, ni dolor en su alma, por haber traicionado al inmaculado Hijo de Dios y negado al Santo de Israel. Cuando Faraón sufría bajo los juicios de Dios, reconocía su pecado para escapar del castigo, pero volvía a desafiar al Cielo tan pronto como cesaban las plagas. Todos éstos lamentaban los resultados del pecado, pero no sentían tristeza por el pecado mismo."

(El Camino a Cristo pagina 22)

Puntos de oración:

 

  • La unción del Espíritu Santo.

  • Orar por familiares, amigos, vecinos u otra persona que usted quiere que sean salvos.

  • La trasformación del carácter personal.