DIA 21

Día 21:

Abstinencia de gustos y beneficios personales para satisfacer necesidades de otros.

Cita bíblica para leer y meditar en el día:
Isaías 58:5-12

“¿Es este el ayuno que yo escogí: solo un día en que el hombre se aflija a sí mismo? ¿Acaso el doblegar la cabeza como junco y el acostarse sobre cilicio y ceniza es lo que llaman ayuno y día agradable para el SEÑOR? ¿No consiste, más bien, el ayuno que yo escogí, en desatar las ligaduras de impiedad, en soltar las ataduras del yugo, en dejar libres a los quebrantados y en romper todo yugo? ¿No consiste en compartir tu pan con el hambriento y en llevar a tu casa a los pobres sin hogar? ¿No consiste en cubrir a tu prójimo cuando lo veas desnudo, y en no esconderte de quien es tu propia carne? Entonces despuntará tu luz como el alba, y tu recuperación brotará con rapidez. Tu justicia irá delante de ti, y la gloria del SEÑOR irá a tu retaguardia. Entonces invocarás, y el SEÑOR te escuchará. Clamarás, y él dirá: ‘¡Aquí estoy!’. “Si quitas de en medio de ti el yugo, el acusar con el dedo y el hablar vilezas; si tu alma provee para el hambriento y sacias al alma humillada, tu luz irradiará en las tinieblas, y tu oscuridad será como el mediodía. El SEÑOR te guiará siempre y saciará tu alma en medio de los sequedales. Él fortalecerá tus huesos, y serás como un jardín de regadío y como un manantial de aguas cuyas aguas nunca faltan. Los tuyos reconstruirán las ruinas antiguas. Levantarás los cimientos que estaban destruidos de generación en generación. Y serás llamado reparador de brechas y restaurador de sendas para habitar.”

Cita para reflexionar:

“Todo el capítulo cincuenta y ocho de Isaías debe ser considerado como un mensaje para este tiempo, que debe ser dado una y otra vez (Special Testimonies, serie B, Nº 2, pág. 5). Leed este capítulo (capítulo 58 de Isaías) cuidadosamente y comprended la clase de obra que llevará vida a las iglesias. La obra del Evangelio debe ser llevada por medio de nuestra liberalidad tanto como por nuestras labores. Cuando encontréis almas dolientes que necesitan ayuda, dádsela. Cuando encontréis a aquellos que están hambrientos, alimentadlos. Al hacer esto, estaréis trabajando así como trabajó Cristo. La santa obra del Maestro fue un trabajo de misericordia. Anímese a nuestro pueblo en todas partes a participar en ella (Manuscrito 7, 1908).

“Esta es la obra especial que ahora está delante de nosotros. Todas nuestras oraciones y ayunos no valdrán nada, a menos que resolvamos asirnos de esta obra. Sobre nosotros descansan Sagradas obligaciones. Nuestro deber está claramente establecido. El Señor nos ha hablado por medio de su profeta. Los pensamientos del Señor y sus caminos no son los que los egoístas y ciegos mortales creen o desean que sean. El Señor escudriña el corazón. Si el egoísmo mora allí, él lo sabe. Podemos tratar de ocultar nuestro verdadero carácter a nuestros hermanos y hermanas, pero Dios lo conoce. Nada puede esconderse de él.

Se describe el ayuno que Dios acepta. Es el compartir nuestro pan con el hambriento y a los pobres errantes traerlos a casa. No esperar que ellos vengan hacia nosotros. Prosiguen incansablemente en vuestra búsqueda y os suplican que les proporcionéis un hogar. Vosotros debéis buscarlos y traerlos a vuestro hogar. Debéis extender vuestra alma tras ellos. Debéis alcanzarlos con una mano y por fe sostenerlos con el poderoso brazo que brinda salvación, mientras con la otra mano del amor rescatáis al oprimido y lo socorréis. Es imposible asir el brazo de Dios con una mano mientras la otra la empleáis en satisfacer vuestros propios placeres”. (El Ministerio de la Bondad, pág. 34,35)

 

                  Puntos de Oracion                  

  • La unción del Espíritu Santo.
  • Que Dios nos de un corazón sensible a las necesidades de las personas.
  • Orar por familiares, amigos, vecinos u otra persona que usted quiere que sean salvos.