Día 12:
APRENDIENDO A ORAR
Cita para memorizar: Lucas 11:1
Lucas 11:1 "Aconteció que, estando Jesús orando en cierto lugar, cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo —Señor, enséñanos a orar, como también Juan enseñó a sus discípulos."
El camino a Cristo dice que “orar es el acto de abrir nuestro corazón a Dios como un amigo”. Al cerrar tus ojos habla con Jesús de lo que sucedió en tu vida; cuéntale de tus preocupaciones de lo que deseas hacer; de lo que perturba tu vida ese día; de tus miedos. Hay mucho de que platicar con Jesús, inténtalo.
La oración es una parte importante del éxito en la ganancia de almas:—Si los miembros de las iglesias pusieran a trabajar los poderes de la mente en esfuerzos bien dirigidos, en planes maduros, podrían hacer mucho más por Cristo de lo que están haciendo ahora. Si avanzaran con oraciones sinceras, con mansedumbre y humildad de corazón, buscando impartir personalmente el conocimiento de la salvación, el mensaje alcanzaría a los habitantes de la tierra.—The Review and Herald, 11 de abril de 1893. Or06 40.1
Tenemos que ir a Dios con fe y derramar nuestras súplicas ante él, creyendo que obrará en nuestro favor y en el de otros a quienes tratamos de salvar. Hemos de dedicar más tiempo a la oración ferviente.—Comentario Bíblico Adventista 3:1165. Or06 40.2
Elegid diariamente otra y aun otra alma, buscando dirección de Dios, colocando todo delante de él en oración ferviente y obrando en sabiduría divina. Mientras hagáis esto, veréis que Dios otorgará el Espíritu Santo para convencer, y el poder de la verdad para convertir el alma.—El Ministerio Médico, 323, 324. Or06 40.3
Recuerde que el éxito de la reprensión depende en gran medida del espíritu con que se la da. No descuide la oración ferviente para que pueda poseer una mente humilde, y los ángeles de Dios puedan ir delante de usted para obrar en los corazones que usted está tratando de alcanzar, con el fin de suavizarlos mediante impresiones celestiales, de modo que sus esfuerzos puedan dar resultados.— Testimonios para la Iglesia 2:49. Or06 41.1
Si varios creyentes se reunieran en común acuerdo, con corazones apesadumbrados por las almas que perecen, y ofrecieran oraciones fervientes y sinceras, entonces verían los efectos.—The Review and Herald, 23 de agosto de 1892. Or06 41.2