Día 9:
Abstinencia total de críticas y murmuraciones
Cita bíblica para leer y meditar en el día:
Mateo 12:33-37 (RVA-2015)
“O hagan bueno el árbol y bueno su fruto, o hagan malo el árbol y malo su fruto; porque el árbol es conocido por su fruto. ¡Generación de víboras!¿Cómo podrán ustedes, siendo malos, hablar cosas buenas? Porque de la abundancia del corazón habla la boca. El hombre bueno del buen tesoro saca cosas buenas, y el hombre malo del mal tesoro saca cosas malas. Pero yo les digo que en el día del juicio los hombres darán cuenta de toda palabra ociosa que hablen. Porque por tus palabras serás justificado y por tus palabras serás condenado”
Cita para reflexionar:
“En vez de criticar y condenar a los demás, decid: “Tengo que consumar mi propia salvación. Si coopero con el que quiere salvar mi alma, debo vigilarme a mí mismo con diligencia. Debo eliminar de mi vida todo mal. Debo vencer todo defecto. Debo ser una nueva criatura en Cristo. Entonces, en vez de debilitar a los que luchan contra el mal, podré fortalecerles con palabras de aliento.” Somos por demás indiferentes unos con otros. Demasiadas veces olvidamos que nuestros compañeros de trabajo necesitan fuerza y estímulo. No dejemos de reiterarles el interés y la simpatía que por ellos sentimos. Ayudémosles con nuestras oraciones y dejémosles saber que así obramos. No todos los que dicen trabajar por Cristo son discípulos verdaderos. Entre los que llevan su nombre y se llaman sus obreros, hay quienes no le representan por su carácter. No se rigen por los principios de su Maestro. A menudo ocasionan perplejidad y desliento a sus compañeros de trabajo, jóvenes aún en experiencia cristiana; pero no hay por qué dejarse extraviar. Cristo nos dio un ejemplo perfecto. Nos manda que le sigamos. Hasta la consumación de los siglos habrá cizaña entre el trigo. Cuando los siervos del padre de familia, en su celo por la honra de él, le pidieron permiso para arrancar la cizaña, él les dijo: “No, porque cogiendo la cizaña, no arranquéis también con ella el trigo. Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega.” (S. Mateo 13:29, 30.)
En su misericordia y longanimidad, Dios tiene paciencia con el impío, y aun con el de falso corazón. Entre los apóstoles escogidos por el Cristo, estaba Judas el traidor. ¿Deberá ser causa de sorpresa o de desaliento el que haya hoy hipócritas entre los obreros de Cristo? Si Aquel que lee en los corazones pudo soportar al que, como él sabía, iba a entregarle, ¡con cuánta paciencia deberemos nosotros también soportar a los que yerran!” (El Ministerio de Curación pág. 393,394)